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“...L. MADUMO
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SOMS
En los ltimos tiempos de
nuestra poca, la cual esta por
terminarse abrindose paso a
otra, se ha acostumbrado ocu-
par cl inters pblico con los
datos de la vida de actores ci*
nematogrihcos de ambos sexos,
de dirigentes de orquestas, de
hombres de guerra y politica,
de pocas contemporaneas o
de otras pocas. Es muy ca-
racteristico que uno de los mas
grandes xitos literarios fuera
el libro de Stefan Zweig sobre
la vida y milagros de Fouchet.
Pero nadie entre los hombres
de la pluma se ha ocupado de
los llamados hombres de em-
presa. Se ha pensado acaso que
en este campo no crece la flor
azul del romanticismo, sin to-
rnar en cuenta que los hom-
bres de empresa han coopera-
do de un modo muy conside-
rable en el movimiento ms
importante de la civilizacin
humana, el progreso. Un exa-
men profundo de aqucllas pcr-
sonalidades que impulsan el
desarrollo econmico de los
pueblos nos lleva a la conclu-
sin de que la vida de los gran-
des hombres de empresa no es-
t4 exenta, como...”
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