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“...d para con
los sobrevivientes. El ve-
terano sionista y bien
conocido luchador por los
derechos judlos en el par-
lamento polaco, Doctor
Sommerstein, nos escribe
del otro lado del ecano
que no podemos cargar
sobre nuestra conciencia
la ViJa de aqueilos que,
des,.us de ciuco anos de
martirio en el inlierno
hitleriauo, estan hoy a
punto de parecer bajo las
afiladas garras del ham-
bre. Hiimanos: es mas
que natural que los judlos
de Bogota y de toda Co-
lombia o podlan jamas
pasar por alto este grito
de socorro y tenlan que
aprestarse al auxilio de
sus hermanos. Hemos or-
gauizado un comit para
contestar positivamente
al llamamiento del Dr.
Sommerstein y vamos a
realizar una campana en
toda la repblica en favor
de nuestros sufridos her-
manos en Polonia. Her-
manos: nos dirigimos no
soiamente a los judlos
polacos, sino a toda la
poblacin judla de Bogo-
ta y del pais. En Polonia
o se encuentran actual-
mente soiamente judlos
polacos, sino judlos de
todas partes de Europa.
Todos ellos necesitan...”
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“...Ia destruccin del Se-
gundo Templo y desde la san-
grienta destruccin de nuestra
existencia nacional por el ecn-
perador Tito el pueblo judio
no ha pasado,en su historia mi
lenaria, por una poca de tan
graves sacudimientos como en
los ltimos anos.
Igual que una tempestad de
tiempos malos que aniquila
paises enteros y borra la hue-
11a de siglos de cultura y evo-
lucin humana, las hordas de
Hitler bestias blindadas y
mecanizadas se lanzaron so-
bre los pueblos de Europa con
sed de sangre y con grito sal-
vaje de rapina y conquista:
con una fuerza diablica de
maquinas y dmamita que des
troz fortalezas, dudades y al-
deas y asesin a millones de
hombres de la manera mas
brutal. Las victimas mayores
del cataclfsmo europeo fueron,
por desgracia, nuestros her-
manos y hermanas, nuestros
padres y madres, nuestros a
migos y compafieros, nuestras
comunidades e instituciones,
nuestros templos y sinagogas,
nuestros rollos de la Tora y
nuestras reliquias, nuestros li-
bros santos y laicos. Todo lo
que...”
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