1 |
 |
“...26
y no la coraprende y Hora.
i Pobre Marta! liaber andado
poco mnos de una legaa,
a SU edad, a pi, sin tregua,
y con paso acelerado,
suponiendo que trai'a
del mundo el mayor contento,
y hallar tal ]-ecibimiento,
y causar tal agom'a!
iQu pasa! piensa Laidah:
No me explico lo que pasa!
^es ebre lo que me abrasa?
tiemblo de Mo quiza?
Es esperanza temor
lo que mi cerebro agita?
y mi corazn palpita
de placer de dolor?
Dij o Marta .... nada dijo ....
tan solo albricias pidi ....
tal vez me equivoco yo,
y sin motivo me aflijo .. ..
Y se dirige a la anciana
que Hora an como un nino,
y Ie dice con carino:
^Cierto que soy muy villana?
tratarte de tal manera
CLiando me pides albricias,
y me colrnas de caricias
como una madre lo hiciera!
An me abrazas, an me besas,
te maltrato y an me quieres...
muy buena sin duda eres!
mas... qu albricias eran esas?
Marta se enjuga los ojos
con el revs de la mano
y un esfuerzo, pero vano,
iiace por mostrar enojos.
Demasiado largamente
la buena anciana ha callado;...”
|
|