| 1 |
 |
“...1
Placerne sileiicioso y solitario
huil' de los afanes de la vida,
y henchir de aire tan libre los pulmones,
sentado en la ribera humedecida.
Placerne contemplar raeditabundo
las dos inraensidades de zafiro
que delante y encima se dilatan,
y que alia lejos enlazadas miro.
Sonar me place que las dos se aman,
y son efluvios de su amor la nube
que desde el cielo Candida desciende,
y la espuma del mar que blanca sube.
Y placerne sonar que el horizonte
es nupcial lecho que fecundo biota
muchedumbre de foca y de ballena
y enjambre de pelicano y gavioLa.
^Decis que son delirios y no suenos?
dejadrae delirar a mi albedrio,
que entre las dos inmensedades vague,
como ellas libre, el pensamiento mi'o.
Libre como la raar!... si ella es esclava,
y como plebe que humillada besa
mano que la azota, de igual suerte
lame los bordes que la guardan presa.
Es cierta: a veces furibunda salta,
sacude y rompe el oprobioso yugo
hrrida brama, embiste, lucba, vi-nce,
y de oprimida pasa a ser verdugo.
Mas en la lid...”
|
|
