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“...UN MINUO.
Aquello no duro sino un instante,
mas; cuanta angustia-cabe on un rainuto!
Con la vista extraviada, delirante,
fija en un foco de pavor y luto,
No veo! me dijiste: Solo veo
sombra doquiera y nada mas que sombra.
Ciega! ciega, mi Dios! oh, no lo cveo!
mas si ello es-cierto, esta maldad me asombra.
Su existencia una noche! una inflnita
noche sin la esperanza de una aurora!
Condenada a no ver lo que palpita
en el materno vientre y que ella adora!
Condenada sin culpa, sin ninguna,
porque es un angel, el candor de un lirio,
iris de calma, claridad de luna....
Me acomete un acceso de delirio.
Oh, T, que en lo coatico dijiste
haya luz! y surgi la luz tan bella,
.iporqu la h'iciste, para qu la hiciste,
si todo vuelve al caos para ella?
Senor, si mi palabra es insensata,
si no habla mi dolor como conviene,
Bobre ml solo tu furor desata! -
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