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“...Montones tristes de olvidada tierra
Manana acaso esta ciudad recuerden;
Pero los restos que el sepulcro encierra,
Se pulverizan y por fin se pierden!
^ Qu es esa f que en nuestra mente luce ?
Mortal, aliento, tu pensar es nada?
Blasfemo acento de la duda impfa!
Otra creencia me ensen mi madre:
No! no se extingue en una tumba fn'a
El sacro aliento del Eterno Padre!. ..
Oh! padre mfo a quien la muerte roba
La que te diera de su sangre vida!
Oh, padre mfo! en esa frfa alcoba
Buscas en vano la que al cielo es Ida.
Al cielo, padre, la mirada eleva:
Alla la madre que perdiste vive.
No del sepulcro la profunda cueva
Mas que los restos del mortal recibe.
Eleva, padre, la mirada al cielo
Do el alma vive del creyente bella;
Sali tu madre de este bajo suelo,
Y esos despojos que dej, no es ella.
1877.
A MI HERMANA CAROLINA EPITALAMIO.
Cum pilose tu deseo;
El ancora levada.
La Iona desplegada
Al cfiro suave....”
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“...Aquin acudo? a mi rival que aterro
Con mi venganza al provocar la suya.
Me haran reir sus dbiles enojos,
Su aliento jadeante y sus gemidos....
iQu gozo el mio en contemplar sus ojos
De dilatadas rbitas salidos!
O quiza como yo brava y sombria,
Me arranque este punal y me lo clave
Mezclando asi' tu sangre con la mia
iMejor! que esta infeliz vivir no sabe.
[A^ivir! ^como vivir si tu carino
Era el aire que henchia mis pulmones?...
Te acLierdas? yo era nina, tu eras nino,
Bellos como de rosas dos botones.
Juntos la luz mirabamos rosada
Del alba despuntar por el oriente,
Y juntos a la tarde en la enramada
Declamos adios al sol poniente.
Juntos, raas juntos que en la mar dos olas,
Como dos avecillas en un nido,
Jamas reiste ni lloraste a solas,
Ni a solas he llorado ni he reido.
Oi'mos una vez la tierna historia
De dos amantes que de amor murieron
Y grit:; Cuanta dicha, cnanta gloria!
Y tus labios mi grito repitiqron.
Dichoso dia aquel en que supi'mos
Dar uombre al mar que en nuestro pecho
hervia...”
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“...Y pues raorir es precise
de una suerte de otra suerte,
(iporqu no hacer de la rauerte
el umbral de un paralso?
Canta, alondra. No lo dejes
aunque me veas dormido.
Arrlleme tu quejido
melodioso. No te alejes.
Nj se enfade tu carino
si parezco no escuchar:
dormir quiero en un cantar
asi' como duerme un nino.
Asl: mi mano en la tuya,
mi cabeza en tu regazo;
insensible a nuestro abrazo
dejemos que el tiempo huya.
Y arrlleme tu cantar
y el perfume de tu aliento!
Hagame dormir tu acento
y sonar, sonar, sonar! ....
CELOS.
Entr al templo y te vi arrodlada
al pi del altar,
sobre el pecho la frente inclinada,
humilde la faz.
Yo movi silencioso la planta
y a ti me acerqu,
de tus trmulos labios la santa
plegai'ia escnch...”
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“...73
HOJA DE ALBUM.*
Pues tengo en poner mi nombre
En tn libro primoroso
Tan grata satisfaccin,
iCuM no sera la del hombre
Que escriba el suyo amoroso
En tu bello corazn!
RIMAiS.
I.
^Esa ave que viene
Con vuelo tendido
Su nido abandona
0 vuelve a su nido?
Pliega las lindas alas y se posa
Con fatigado aliento en esa rama:
Sin duda que se aleja pesarosa .
Del nido de su amor que la reclama.
Su voz (lue en el ai re
Se esparce sonora
1 Quin sabe si canta
Quin sabe si Hora!
Si lo que mira el ave es tu belleza,
Sin duda que sus notas son su encanto;
Pero si lo que mira es mi tristeza,
Sin duda que sus notas sou su llanto.
Para la Carolina de Pool....”
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